Cómo duele perder una final… ¿O no?
Cómo duele perder una final. Cómo duele trabajar duro todo el año y quedarte a las puertas de llevarte el título. Acaba el partido, ves que a pesar de haberlo dado todo no ha sido suficiente y los de enfrente se han llevado el campeonato merecidamente. Acaba el partido y duele, duele mucho.
Duele, pero durante un rato. Pasa el tiempo, y empiezas a ver las cosas con perspectiva. Empiezas a darte cuenta de la que hemos liado. Subcampeones de Bizkaia, con los de casa, como siempre, que se dice pronto. Y es que eso solo es el reflejo de lo bien que ha trabajado este pedazo de grupo de chavales durante todo el año. Suena a tópico, pero los resultados se consiguen entre semana, viniendo a entrenar lo máximo posible y dándolo todo por mejorar a diario. Y sí, este equipo así lo ha hecho y así ha llegado a dónde ha llegado.
Si hubiera que hacer una crónica de la final sería fácil, un Tabirako superior en casi todas las facetas del juego se lleva un partido controlado de principio a fin, ante un Padura voluntarioso pero al que no le salieron las cosas. Sin duda son los justos campeones, a los que por supuesto felicitamos por su gran labor. Pero no sería justo limitarnos a hablar de eso. No, cuándo estos 12 guerreros han hecho el año que han hecho.
Gaizka. Ese jugadorazo que todos sabíamos que lo era pero le faltaba creérselo. Entrenaba de maravilla pero le faltaba confianza en los partidos. Este año ha decidido que ya basta y ha hecho un temporadón impresionante. Tira que asusta y es alucinante lo bien que finaliza con las dos manos. De esos jugadores que te escriben a las 10 de la noche para proponerte cómo defender al rival.
Zugaitz. Ejemplo de trabajo y superación. Se ha tenido que pegar con dos de los más fuertes en su posición y por no cesar en su empeño ha mejorado una barbaridad en lo que va de año. Jugador temperamental que lo da absolutamente todo cada vez que está en cancha.
Ander. Mezcla de buenos fundamentos y pelea bajo los aros. Es capaz de parar a cualquiera ahí debajo, y de hacerles un ocho cuando se pone a bailar. Se apuntó tarde, y aun así es impresionante ver lo que ha ido creciendo durante estos años. Este año incluso siendo clave en varios partidos con el nacional. Implicación total con el equipo. Otro de los que se tira 24 horas pensando en ésto.
Gotzon. A pesar de las lesiones, un portento físico incansable. Actitud y defensa de 10. Una pena que los tobillos le hayan castigado tanto esta temporada, pero aun así, ahí estaba a diario trabajando por recuperarlos. Cada vez finaliza mejor y ha conseguido hacer una temporada muy muy seria.
Aimar. Otro jugador que ha tenido mala suerte con las lesiones este año. Mucha pelea e intensidad defensiva cada vez que sale. Una pena que no haya podido tener continuidad, pero aun así, ha acabado el año con una buena fase final. Poquito a poco va ordenando su juego y ha acabado siendo mejor jugador.
Aritz. Un BASE, sí, en mayúsculas. Dirige, organiza y mueve al equipo a su antojo. Cómo se nota cada vez que está en la cancha. Además de todo eso, ha acabado el año atacando el aro de manera extraordinaria, y su final de temporada ha sido excelso. Como capitán, qué se puede decir, un 10.
Unai. Garra, pelea, corazón… Y hay que decirlo, cojones. Ha cambiado partidos que estaban atascados únicamente con su presencia, y en momentos que el equipo más lo necesitaba. Nadie va a olvidar esos rebotes ofensivos por encima del contrario en la final. Duro y buen penetrador a canasta. Pasional todo lo que tiene.
Endika. Portento físico. Veloz, intenso, muy buen defensor… Poquito a poco ha ido cogiendo confianza en la posición de base, además de hacer un muy buen trabajo de escolta. Entra genial a canasta y cada vez tira mejor. Otro de los que ha demostrado un compromiso total y se ha partido el lomo a diario por mejorar.
Iker. Empezó siendo la referencia defensiva del equipo, y además de eso, ha acabado aportando muchísimo al ataque. Trabaja en silencio, sin hacer ruido, pero para cuando te has dado cuenta el resultado es impecable. Impresionante su mejoría con la mano débil este año. ¿Lo mejor de todo? Todavía le queda un año en Junior dando guerra. Sí, aunque no lo pareciera, ha sido jugador de primer año.
Eneko. Dueño y señor de la zona. Cada vez se pega más con los contrarios y juega mejor cerca del aro. Nadie entraba tranquilo a canasta sabiendo que Eneko rondaba por allí. En ataque sigue mejorando sus fundamentos, y nos ha dado la vida en segundas opciones, que han sido clave para llegar a dónde hemos llegado. Tiene mucho que ver también en la salvación del nacional.
Julen. De lo más elegante que he visto en un campo de baloncesto. Su mecánica de tiro se podría enseñar directamente en minibasket, pues cumple con todos y cada uno de los fundamentos a enseñar. Este año se ha atrevido a hacer muchas más cosas que tirar, cosa que tampoco hace nada mal, y ha acabado amenazando muy bien cerca del aro tanto con balón como sin él.
Lander. Otro jugador pasional, que ha mejorado una barbaridad en su decisiones a tomar en el terreno de juego. Tiene un primer paso imparable y es muy difícil pararle cuando finaliza con fuerza. Es su primer año aquí, pero se ha adaptado de maravilla al club y al equipo. Capaz de cambiar un partido en tres acciones.
Por supuesto, tengo que mencionar a Aitor, un segundo entrenador que ha venido a ayudar sin que nadie se lo haya pedido. Nos ha echado un cable en todo: meterse al entrenamiento a cubrir un jugador, ha venido a todos los partidos que ha podido a pesar de estar también con otro equipo, y se ha implicado al 100% en el día a día. Ha sido un auténtico placer trabajar con él.
Por último, hay que reconocer el éxito a los que también han estado ayudando, pero se les ha visto menos. Eskerrik asko Aretx, Beñat y Ander por echarnos una mano en varios entrenamientos y partidos, y también a Gotxu, que ha venido cada miércoles a ayudarnos en los entrenamientos. Ésto también es vuestro.
En definitiva, habiendo pasado unos días de esta final, es imposible no estar contento con lo que ha pasado este año. El compromiso, las ganas y el trabajo diario de este grupo, ha hecho que en mi vida haya sido tan fácil entrenar a un equipo. Y es que habiendo ganado o perdido la final, habiendo quedado subcampeones o últimos, ha sido un auténtico orgullo entrenaros.
Eskerrik asko.
PD.: Ojo, que aún nos queda la copa…